Una de las personas que mas he querido y admirado en mi vida, llegó a donde quería llegar: con Dios.
La verdad es que yo siempre me pregunté cuando llegaría una muerte que de verdad me afectara, y finalmente llegó, y no está padre, la Nena fue siempre un ejemplo de una forma de ver el mundo, de un modo de vida asombroso.
Nunca se casó porque siempre tuvo claro que más valía sola que mal acompañada, nunca quiso darle molestias a nadie, cuando pensó que ya era grande para vivir sola, decidió irse a un asilo que ella escogió y que ella se pagaba, en numerosas ocasiones le ofrecimos irse a vivir con alguno de nosotros y ella nunca quiso, siempre valoró su independencia y el no ser una lata para nadie.
Era una mujer brillante, que trabajo en diversos lugares, y durante muchos años trabajó en el servicio exterior, hasta donde sé, de hecho fue la primera gerente mujer en un banco.
Siempre fue culta y abierta, por supuesto a veces yo quería exigirle más apertura de la que su edad permitía, sin embargo siempre estaba dispuesta a escuchar a los demás, valorarlos y echarles porras.
La Nena, no fue mi tia abuela, fue mi abuela, fue mi amiga, mi ejemplo a seguir, en tantas cosas, me ayudó, me quiso, me regañó, me dio tanto que no tengo palabras para describirlo y a mi me faltó tanto por preguntarle, por darle, por quererla, por tantas cosas, que si hoy lloro es porque me arrepiento de no haber sido recíproca con ella, de no haberle dado el amor que debí darle.
Nena te voy a extrañar mucho más de lo que te imaginas, contigo se va tu sabiduría, tu conocimiento de la familia, tu sentido del humor, tu valentía, tu fortaleza, tu fuerza.
Siempre fuiste una misteriosa llama que me enseño muchos caminos. Gracias por tu vida, la llama que encendiste en nosotros, no se apaga.