17.10.11

múltiples manifestaciones

El sábado fue la marcha del 15 de Octubre, tuvo repercusión en numerosas ciudades alrededor del mundo, en casi todas ellas, el objetivo era manifestarse en contra de un sistema económico que tiene sumida en la pobreza a una parte importante de la población mundial y que, por si fuera poco, está condenándonos a muerte al emplear recursos no renovables de manera indiscriminada

Por supuesto, la Ciudad de México no podía quedarse atrás y se organizó una protesta en el monumento a la revolución. A pesar de que sé que estas cosas (las marchas) no sirven de nada (he ido a varias y lo único que he obtenido es pasar un buen momento, pero la trascendencia es nula), la idea sonaba bien, además era un movimiento mundial, eso, en mi cabeza, le daba un sentido que iba mucho más allá de la marcha ensí misma, así que fui.

Lo que vi, aunque hermoso, fue sumamente triste, fue ver una gran idea en un proceso completamente inmaduro, había tantas ideas, tantas propuestas, tantas quejas, todas ellas de índoles tan diversas, que al verlo con ojos externos, lo único que quedaba en claro es que de ahí nada podría prosperar, porque para que algo creciera y floreciera, tendría que generarse una sola causa, un solo frente de lucha que permitiera encauzar esfuerzos, sin embargo justo aquellos que atrajo a numerosos participantes a esta manifestación era la posibilidad de externar su propio grito, en solidaridad con otros gritos, aunque la cacofonía fuera tal que apenas de pudiera entender.
Ojalá nuestra sociedad algún día tenga la madurez necesaria para hacer prosperar estos movimientos, evitando además las apropiaciones políticas (había gente de cfe y de morena), ojalá en el resto del mundo los gritos sean menos variados para que se escuchen con más fuerza, y ojalá algún día aquí, aprendamos a callarnos nuestros gritos y nuestros deseos en aras del bien común, y de los gritos concensuados, sólo así podremos hacer oír nuestra voz.

4.10.11

nunca me imaginé haciendo lo que hago

Definitivamente, si en la prepa alguien hubiera siquiera sugerido que yo iba a hacer lo que hago hoy en día, supongo que lo hubiera querido matar, trabajar en una revista para recibir en casa y ser un buen anfitrión, hubiera pensado que me conocía muy poco.

Tal vez la que se conocía muy poco era yo, tuvieron que pasar (es cierto) poco más de 10 años, para que el simple hecho de escribir me hiciera feliz, y que hacer en un tema tan amable y divertido me pareciera una gran idea.

La verdad es que me gusta y me la paso bien, por supuesto sufro cada cierre, me estreso y espero con terror el regaño en la siguiente junta, pero me encanta buscar fotos, pensar en paletas, darme cuenta de cuando mi texto no es muy bueno y cuando sí lo es, aprender a corregir, y sobre todo creer que puedo hacer de un tema trillado y aburrido, algo divertido que le hable a la gente de mi generación, pensar que la etiqueta moderna no es sólo dar las gracias, si no hacer de las tarjetas de agradecimiento un detalle de personalización en un evento.

Me gusta y me la paso bien, y además, puedo seguir trabajando y elaborando mi locura en mis cuentos y en esa novela que sé que algún día verá la luz.

Por cierto, además puedo hablar directo y a la cara con mi jefa, decirle lo que no me gusta de su forma de trabajar y aprenderle un montón, ¿qué más puedo pedir?