Salí de mi casa a las 4.00 am, volé a Los Ángeles en donde estuve tres horas entre vuelos, de ahí, un vuelo de 10 horas hasta el aeropuerto de Narita en Tokio, posteriormente 5 horas a Singapur (cuyo aeropuerto es excepcionalmente bello), ahí estuve durante 6 horas (gracias a Dios tiene un hotel que puedes pedir por lapsos de 6 horas, dentro de la terminal sin pasar aduanas o migración, además de jardines y terrazas) y finalmente volé a Yangón, a donde llegué con un poco de temor (porque la visa la ibamos a tramitar ahí, y es dicatadura militar) y 42 horas después.
Lo primero que me llamó la atención es que todos los carros tienen el volante del lado derecho, pero manejan igual que nosotros y todos los carros tienen mínimo 15 años de antigüedad, es una ciudad vieja, y uno no puede evitar sentirse como en provincia, si tuviera que describir Yangón diría que es como una ciudad del sureste mexicano.
El calor era mucho peor de lo que yo esperaba, estabamos alrededor de unos 35 grados, el primer día nos dedicamos a descansar y disfrutar el hotel, principalmente a descansar, porque estabamos reagotados y con el inesperado calor, peor.
Al día siguiente (que era realmente nuestro único día en Yangón, para conocer), empezamos en la Pagoda Sule, de ahí fuimos a la Schwedagon, a ver el Buda reclinado, y al parque real, terminamos alrededor de las dos de la tarde, verdaderamente agotados.
No podemos negar que nos sacó de onda terminar tan temprano, pero al mismo tiempo, estabamos tan acalorados y cansados (salíamos del hotel a las 7 am) que tampoco nos pareció una mala idea.
Algo que no dejó de sorprenderme en el hotel fue la amabilidad de la gente, todos eran asombrosamente amables y encantadores y me llamó la atención que absolutamente todas las mujeres me parecieron hermosas, y en gran medida estó (tras un arduo análisis), debido a su femineidad, dulzura y amabilidad, también me pareció impactante lo difícil que resulta pagar con dolares, si estos no están en perfecto estado no son aceptados en ningún lugar, y como no hay tarjetas de crédito o debito, esto con frecuencia terminaba en una seria complicación para pagar.
Myanmar es un país muy tradicional, la gente respeta mucho a su religió y practicamente todos han sido monjes al menos una vez, el contacto físico es prácticamente nulo y tanto hombres como mujeres utilizan la vestimenta tradicional.
Les dejo unas fotitos para que se den una idea por ustedes mismos.
La pagoda Sule
Capillas internas en la Pagoda Sule
Por respeto hay que entrar descalzo a todos los lugares sagrados (cosa que me hizo muy feliz)
La Shwedagon, una de las pagodas mas importantes y llamativas con sus no se cuantas toneladas de oro y sus cientos de capillas
El buda reclinado en dirección este, lo cual implica que está hablando con los espíritus
El parque real.
Un delicioso y hermoso Capuccino, que se sirve con galletas y te a un lado para después
Un momento en el que me sentí en México, para ser más específicos en Tabasco
Lo primero que me llamó la atención es que todos los carros tienen el volante del lado derecho, pero manejan igual que nosotros y todos los carros tienen mínimo 15 años de antigüedad, es una ciudad vieja, y uno no puede evitar sentirse como en provincia, si tuviera que describir Yangón diría que es como una ciudad del sureste mexicano.
El calor era mucho peor de lo que yo esperaba, estabamos alrededor de unos 35 grados, el primer día nos dedicamos a descansar y disfrutar el hotel, principalmente a descansar, porque estabamos reagotados y con el inesperado calor, peor.
Al día siguiente (que era realmente nuestro único día en Yangón, para conocer), empezamos en la Pagoda Sule, de ahí fuimos a la Schwedagon, a ver el Buda reclinado, y al parque real, terminamos alrededor de las dos de la tarde, verdaderamente agotados.
No podemos negar que nos sacó de onda terminar tan temprano, pero al mismo tiempo, estabamos tan acalorados y cansados (salíamos del hotel a las 7 am) que tampoco nos pareció una mala idea.
Algo que no dejó de sorprenderme en el hotel fue la amabilidad de la gente, todos eran asombrosamente amables y encantadores y me llamó la atención que absolutamente todas las mujeres me parecieron hermosas, y en gran medida estó (tras un arduo análisis), debido a su femineidad, dulzura y amabilidad, también me pareció impactante lo difícil que resulta pagar con dolares, si estos no están en perfecto estado no son aceptados en ningún lugar, y como no hay tarjetas de crédito o debito, esto con frecuencia terminaba en una seria complicación para pagar.
Myanmar es un país muy tradicional, la gente respeta mucho a su religió y practicamente todos han sido monjes al menos una vez, el contacto físico es prácticamente nulo y tanto hombres como mujeres utilizan la vestimenta tradicional.
Les dejo unas fotitos para que se den una idea por ustedes mismos.
La pagoda Sule
Capillas internas en la Pagoda Sule
Por respeto hay que entrar descalzo a todos los lugares sagrados (cosa que me hizo muy feliz)
La Shwedagon, una de las pagodas mas importantes y llamativas con sus no se cuantas toneladas de oro y sus cientos de capillas
El buda reclinado en dirección este, lo cual implica que está hablando con los espíritus
El parque real.
Un delicioso y hermoso Capuccino, que se sirve con galletas y te a un lado para después
Un momento en el que me sentí en México, para ser más específicos en Tabasco
1 comentario:
Wow!
Muy buena reseña, y no se diga las fotos, verdaderamente envidiable tu viaje mi estimada Clara.
Estaré al pendiente de las actualizaciones, por cierto he quedado sorprendido con la estatua del buda, seguramente debe ser más sorprendente en vivo.
Me da mucho gusto por ti.
Un abrazo!!
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