24.1.08

Lo siento, no lo puedo evitar

Con ustedes.... mis reflexiones sobre "El Diluvio que viene"

He visto esta obra de teatro musical 3 veces, una en la puesta de los noventa con Héctor Bonilla como silvestre y Mariana Levy como Clementina, la segunda con Camil y María Inés y la tercera con Ernesto d'alessio y de nuevo María Inés.

Pero en realidad mi contacto con esta obra se remonta mucho más atrás, específicamente al momento en que empecé a ser consciente de la música en un cassette grabado de la primera versión de los 70 con Héctor Bonilla, Mónica Sánchez Navarro y Daniela Romo.

Desde entonces esta obra me marcó profundamente, en mi casa se ríen de la interpretación que yo le doy, opinan que finalmente sólo es una obra de teatro, pero para mí, es el reflejo de toda una concepción de la Iglesia y la religión que había en los 70 y que por desgracia hemos olvidado mucho.

La obra de teatro habla sobre el celibato, que es un tema importante pero para mi no es crucial, para mi lo más importante de la obra es la concepción de solidaridad y comunidad que se da en la obra, para mí eso es o debería ser la Iglesia católica, una Iglesia en donde todos tengan cabida, en donde el bien común esté por encima de todo, donde la solidaridad sea la que guíe el comportamiento de los que la conforman, aún cuando sus deseos, sus miedos, o incluso sus creencias se dejan de lado en función del bien de todos.

Ahí aparecen tres canciones que para mí son profundamente significativas:

Un nuevo sitio disponer
Un nuevo sitio disponer para un amigo más, un poco más de voluntad y se podrá sentar, para eso sirve la amistad, para estar en reunión, hablémosle con libertad y con el corazón, él con su amor nos pagará y alegrara la reunión.
La puerta siempre abierta, la luz siempre encendida, 
el fuego siempre a punto, la mano extendida, 
y cuando legue el huésped no preguntes quien es, no no no, y cuando llegue el huésped no pregunten porque, no no no, y corre tu hacia él  con tu mano extendida, con tu amplio sonreír gritando viva y viva que viva la amistad.
Un nuevo sitio disponer para un amigo más, un poco más de voluntad y se podrá acomodar, para eso sirve la amistad, para estar en reunión, hablémosle con libertad y con el corazón, él con su amor nos pagara y nos dará calor, un nuevo sitio disponer para él.

(A mi parecer está es una linda reflexión sobre la apertura, la tolerancia, sobre el saber ver a un amigo capaz de darnos su amor en el prójimo, de ver siempre a través de los demás, no dejándonos llevar por los miedos de abrir nuestro corazón al otro)

Las Hormigas
En estos momentos abandonado de ti, solo entre mi gente, me siento una hormiga tan solamente.
Una hormiga es sólo un pobre insecto es un cero sin ningún valor, un granito de arena es para ella una montaña, pero en compañía no la detiene nada y así una hormiga mueve la montaña.
Una hormiga sola es imposible, pero espera porque sabe ya, que igual que muchas gotas forman mares, muchas hormigas llegan a formar una gran comunidad, mas si ella sola afronta la fatiga  entonces sí que solo es una hormiga.
Mas dos hormigas hacen dos hormigas, un ejemplo de solidaridad, mas por mucho apretar no podrían empujar pero si que al llamar a sus tras compañeras, dándose maña mueven la montaña.
Mas dos hormigas con otras dos hormigas son principio de una sociedad, energía y coraje pasar este mensaje y a nuestro trabajo unamos nuestra voces y vamos ligeras unidas no hay quien pueda seremos muchas si vamos juntas.
Ocho hormiguitas que avanzan y levantan a otras hormigas, que llaman a otras tantas hormigas que prestarán ayuda a muchas que vienen y nada las detiene, se acercan y aumentan pues siempre vuelven cientos de hormigas formadas en hilera que marchan unidas y nada las arredra y luchan ya, fuerzan ya, mueven la montaña ya, 
unidas siguen más , fuerzan más, mueven la montaña ya, 
unidas corren más, vienen más, mueven la montaña ya, 
unidas llegan más, fuerzan más, mueven la montaña ya, 
unidas sí.

(Bueno, no sé ni que decir de esta canción, para mi es la más bonita, pocas veces he escuchado una forma tan hermosa de entender lo que tiene que ser la solidaridad, el entender que solos no la armamos, que si no es en comunidad, no somos capaces de hacer nada)

Eso es Amor
Oh Señor, deberás disculparme, a mi gente no puedo engañarle, necesitan de mí, como yo necesito de ellos, sí de ellos, porque creen en mí.
Ámalos como a ti mismo, es lo más hermoso Señor, yo lo he aprendido sólo de ti, sí, esto es amor según yo sé.
No, yo debo quedarme unido a esta gente, porque son los míos y debo aceptarlos en todo y por todo, lo bueno y lo malo porque esto es amor según yo se, sí, esto es amor y de ti lo aprendí.

(esta canción aparece después de que Dios le dice al padre Silvestre que se vaya con Clementina en el arca y se encarguen de repoblar el mundo, y Silvestre se queda, no porque tenga la obligación del celibato, o por algún otro motivo, sino porque entiende la importancia de la comunidad, porque esa es la comunidad que lo ha ayudado a crecer a ser mejor, y no debe quedarse con ellos, pero quiere hacerlo, elige incluso perder al amor de su vida y desobedecer a Dios en función del amor que siente por su comunidad, que al menos hasta donde yo alcanzo a ver, es el amor más grande).

Pero en fin, una ve desahogada, me dejo de mocherías locas, y los dejo en paz.

16.1.08

La plácida felicidad

No se a ustedes, pero al menos a mi me pasa y con frecuencia, me es muy difícil escribir en los momentos de mi vida en los que me encuentro plácidamente feliz.

Ultimamente estoy en un período de esos y escribir esto me cuesta algo de trabajo.

Cuando estoy triste o francamente deprimida, los pensamientos y las palabras s agolpan en mi mente sin ningún tipo de consideración o de prudencia, digo las cosas como mi sistema nervioso necesita decirlas sin tomar en cuenta que soy un ser medianamente racional, y que además, tengo un fuerte espíritu Apolíneo al que no le gusta hacer las cosas sin pensar, y lo mismo cuenta para hablar, cuando estoy triste no hablo mucho, pero si lo hago lo más probable es que ladre o que termine deprimiendo al que me escucha.

Lo mismo me sucede cuando estoy exultante, cuando acabo de vivir una experiencia que me ha dejado completa y absolutamente marcada (como lo de Tabasco, o Estambul), escribo y escribo por pura necesidad sin tomarme la molestia de digerir la vivencia, mi ser racional se aovilla en una esquina de mi cerebro y permite que el resto de mi ser continúe sin él de por medio.

Y sin embargo cuando estoy feliz, pero con esa felicidad profunda que no requiere motivos ni ayudas, que te viene desde el fondo, me resulta asombrosamente difícil escribir, parece que no hay motivo y mucho menos un tema, esta al menos es la primera vez que intento escribir en este estado, y no sólo eso, sino que hago de mi felicidad el tema.

¿soy acaso demasiado extraña? Por cierto, para mi, este es el mejor estado al que puedo aspirar.

7.1.08

regresé de Tabasco

He intentado ya tres veces escribir sobre el tema, pero la verdad es que fue una experiencia muy fuerte a muchos niveles, y quizás lo más fuerte de todo, fue lo sencilla que resultó en apariencia.

Siendo sincera yo llegué a Tabasco esperando encontrarme un estado devastado, casi casi que casas flotando, animales muertos, carreteras destruidas y gente completamente deprimida, y la verdad es que no encontré nada de eso, y de entrada eso me obligó a cambiar los parámetros mentales con los que había llegado.

El primer día de trabajo, la mitad del grupo nos fuimos a una bodega a ayudar a embolsar azúcar, estuvimos en la bodega apenas 5 horas (porque no hay luz y por lo mismo a las 6 teníamos que dejar de trabajar) y acabé completamente harta y exhausta; la labor consistía en cargar un costal de 50 kg, abrirlo, vaciarlo en bolsas de plástico que pesaran alrededor de 3 kg, cerrar las bolsas, volver a meterlas en el costal, cerrar el costal y ponerlo en el nuevo montón de costales vaciados, el punto es que esta tarea había que repetirla y repetirla y repetirla, y pasar 5 horas haciendo eso te deja cansado, aburrido y con la espalda deshecha.

El segundo día el grupo que fue a la bodega (o sea el mío) fuimos a los albergues de Nacajuca, esta fue una de las zonas más afectadas durante la primera inundación y se esperaba que sufriera la misma suerte después de la liberación del dique, en la ciudad había 3 albergues, dos de ellos en iglesias y el tercero en una escuela, yo fui a ese, que además es el más grande y tenía alrededor de 100 niños, que iban a ser nuestra prioridad ahí.

El trabajo en el albergue a pesar de ser más divertido también fue muy cansado, porque los niños, son muy especiales, que saben perfectamente que están en un periodo especial de sus vidas y se comportan de una manera muy extraña, les cuesta trabajo interactuar al principio, no muestran demasiado sus emociones y están ávidos de diferentes cosas, sin embargo poco a poco vas consiguiendo que participen, que sonrían, que se emocionen.

Fue curioso en los albergues también el carácter de los adultos que están ahí, porque al menos yo esperaba gente mucho más tronada y quizás incluso hasta obligada para estar ahí, sin embargo el hecho de que nosotros fuéramos para la segunda inundación, quizás terminó en que las personas estuvieran mucho más hechas a la idea de lo que había pasado y lo que estaba por pasar, y al menos todas las personas con las que yo platiqué estaban ahí por decisión propia, porque tenían hijos pequeños y no podían arriesgarlos.
En fin, son mil cosas, las que podría platicar acerca de mi estancia en Tabasco, la verdad es que todavía no alcanzo a digerirla por completo, hay mucho que pensar, mucho que reflexionar y mucho que hacer.
Pero por lo menos una cosa saco en claro, nunca había sido consciente de la gran cantidad de trabajo que hacen las personas que ayudan en los momentos de crisis, la impresionante tarea que hay detrás de cada despensa que se entrega, la cantidad de chamba que tienen los marinos (a mi no me tocaron militares) para ayudar a las personas, el cariño que hay ahí, el entender que esas son empresas humanas, por encima de cualquier otra.

Y por supuesto la gran necesidad de seguir dando ayuda, porque las cosas en Tabasco y Chiapas todavía no se terminan, porque los campos quedaron inservibles al menos por varios meses, porque la gente, en muchas ocasiones se quedó únicamente con lo que tenía puesto, y no va a tener forma de salir adelante fácilmente por unos meses. Esto todavía no se acaba y de nosotros depende que esos cientos de familias, que perdieron todo lo material, no pierdan la dignidad o la vida.