27.1.11

el trauma del escritor

Como bien recuerdan, soy una escritora en ciernes, al menos soy una escritora en intento, y llevo algunos meses ya, tomando un curso de novela, con la firme intención de escribir una en un lapso específico de tiempo.

Soy conciente de que no he hecho todas las tareas que debería, sin embargo si he realizado una buena parte, pero por primera vez puedo decir que padezco al escribir.

No padezco de bloqueo creativo, porque se lo que quiero escribir, se de que quiero hablar, se lo que quiero decir, y en ocasiones se presentan textos completos dentro de mi cabeza.

Los problemas empiezan cuando quiero sacar la información de mi cabeza y volcarla sobre el papel o la pantalla, porque en ese momento parece que mi mente pierde la mitad de su lenguaje y concresión.

Por primera vez, ante una hoja en blanco, a pesar de tener la mente llena de palabras, mis manos exudan torpeza y me siento incapaz de escribir.

7.1.11

la felicidad de los aromas

Me enferme de gripa, para ser precisos el 27 de diciembre del 2010, estamos a 8 de enero y me siento feliz de decir que por primera vez, después de 2 semanas, el día de hoy empecé a percibir aromas.

Siempre he sido conciente de lo mucho que me importan los olores, pero siempre pensé que eran simplemente un gusto, y durante estas dos semanas, en las que mi nariz se encontró absolutamente cerrada a cualquier olor que viniera del exterior, lo pensé aún más, porque finalmente, la falta de percepción de aromas no me impedía hacer nada, evidentemente no podía cocinar, y comer me resultaba poco atractivo, no sabía el estado de las cosas y me resultaba totalmente indiferente ponerme perfume.

Hasta que de pronto el día de hoy, los olores y los aromas volvieron a aparecer en mi vida, quizá para mucha gente esto sea algo absurdo, pero yo jamás creí que oler me resultará tan emocionante, y es que apenas descubrí el olor del jabón mientras me bañana, tuve ganas de llorar de felicidad.

Cierto que mi nariz aún no está en su mejor momento, pero definitivamente empiezo a oler y eso empieza a llenar mi vida de maravillosos incentivos, cocinar, comer, ponerme perfume, en fin, quizás sean cosas poco importantes para muchos, pero para mí, son cosas que me llenan de felicidad.

4.1.11

y me pregunto

he tenido medio abandonado este changarro, ha sido por diversos motivos, desde la boda civil, pasando por algunos problemillas menores de salud (que aún no me dejan en paz), hasta las evidentes fiestas.

He pensado escribir en múltiples ocasiones, sin embargo, por diversos motivos no lo había hecho, la cuestión es que el día de hoy, mi madre decidió poner en la tele "el jardinero fiel", y como quizá algunos de ustedes sepan, es una de mis películas favoritas.

Quizá ya lo he comentado con anterioridad, pero es una de mis películas favorítas por el personaje de Tessa, porque ella es una persona que no se conforma, que busca la justicia, que intenta cambiar el mundo que la rodea y aunque quizá suene idealista, eso es lo que siempre he querido ser, siempre he querido cambiar al mundo, pensar que si me comprometo, voy a ser capaz de hacer algo por los demás, y si no, al menos de intentarlo.

Y de pronto, viendo de nuevo la película, no pude dejar de pensar en mi, y se me puso el ojo lloroso al momento de darme cuenta de que no se donde se me perdió el espíritu de Tessa, el espíritu que tenía ganas de luchar, que creía que valía la pena dejarse la vida en intentar que las cosas mejoraran.

Tristemente la vida me ha ganado, el trabajar para ganar lana, en lo que sea, aunque ni siquiera crea en eso, el dejar de lado ayudar en algún sitio, en pocas palabras, he dejado que lo urgente se coma lo importante.

Probablemente escribo esto simplemente para acusarme, y como una manera de recordarme a mi misma, que no debo de dejarme perder, no puedo perder lo que me ha definido y me ha dado sentido, esa parte de mi que sueña con ser Tessa o Evey (de V for Vendetta, otra de mis películas favoritas).