En una ocasión, leí que el silencio era un infierno.
En la misa de ayer, la reflexión versó sobre la importancia de hacer silencio, esto a partir de la marcha por la paz, esa marcha que se dejó llevar por el silencio, porque sólo en el silencio podemos escuchar a los otros, sólo en el silencio podemos llegar a acuerdos y saber lo que queremos.
Es cierto que el silencio con frecuencia representa la soledad, el vacío, pero eso sólo pasa cuando no queremos oír lo que hay en él.
En este momento yo estoy pasando por un momento de mucho ruido en mi vida, muchas cosas en que pensar, muchos pendientes por realizar, poco tiempo, demasiadas emociones y sin embargo la única forma en que esto valga la pena es guardando silencio, no sólo con mi boca, sino en mi interior, unicamente así voy a poder saborear y reflexionar en lo que estoy pasando, solamente de esta manera, este periodo va a valer todo lo que vale y lo voy a experimentar de la forma adecuada.
En este país existen también demasiadas voces, demasiadas opiniones, y me pregunto seriamente si no deberíamos hacer silencio como país, dejar de gritar y exigir, y empezar a reflexionar a definir que podemos hacer y como podemos hacerlo, pensar en las verdaderas alternativas y escuchar,sobre todo, lo que los otros hayan reflexionado, porque sólo así vamos a construir concensos y vamos a poder llegar a algún lugar.
Otoño 2
Hace 6 meses.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario