1.9.11

el retorno de la dulzura

Tengo una amiga/ahijada que se caracteriza por su dulzura, su alegría y su asombrosa capacidad para estar siempre de buenas, porque de verdad, incluso en momentos en los que el resto de los mortales estaríamos reducidos a piltrafas deprimidas o malhumorientas, ella se mantiene feliz y alegre, de hecho se ha autodenominado como un emo-rosa, cuando está en sus peores momentos y sí la definición es adecuada porque a pesar de ciertos detalles depresivos, sigue siendo, por encima de todo, una niña rosa.

Por supuesto que en este mundo en el que todos somos hostiles por supervivencia en el que nos han enseñado a ser fuertes, competitivos y agresivos, alguien como ella rompe todos los parámetros y con mucha frecuencia es motivo de burlas, porque hoy en día hemos perdido la capacidad de apreciar la alegría gratuita, de ser felices por el simple hecho de serlo sin esperar nada a cambio, de dar nuestro cariño y nuestra amabilidad a quien sea, sólo porque sí, y ella es así.

Hace un par de días yo me preguntaba que podría hacer ante una situación como la que vivimos, ante un horizonte cada vez más claro de guerra, y pensé que ¿qué podría hacer yo, simple ciudadano de a pie, por cambiar la dinámica de mi país?, lo primero que noté es que cada vez somos más violentos, me cuestioné seriamente qué era lo que me separaba de los niveles de violencia de gente como las de polanco o el compa que le disparó al autobús del Merici, y me di cuenta de que lo único que me separaba es que ellos habían hecho lo que yo decía cada vez que me ponía a manejar y me aterró pensar que estaba tan cerca de esos niveles de violencia.

No tengo respuestas, pero creo que por el momento, lo que puedo hacer como ciudadana de a pie, es regresar a la dulzura, volverme más amable y agradecida con mi entorno, aún en los peores momentos no perder la sonrisa y la alegria, no sé si sirva de mucho, pero creo que si todos hicieramos el esfuerzo por volver a ser felices, quizá al menos nuestro entorno cotidiano podría empezar a cambiar, y les prometo que al menos su vida, cambiaria.

*post dedicado a @pinkyprincess que a pesar de ser mi ahijada, cada día me enseña más cosas.

1 comentario:

Toño dijo...

De acuerdo contigo mi querida amiga. Aunque a veces las complicaciones del día a día nos tienen en un estado de tensión (y como tú bien dices, de violencia).
Hay que hacer el esfuerzo por tratar a los otros de la mejor manera, con una sonrisa siempre. Y sí ayuda a cambiar el entorno la actitud de nosotros.
Por cierto, nunca te lo he dicho, pero me encanta tu blog