diario de una mala influenza 3

SOSPECHOSOS COMUNES.
Eso es lo que nos hemos vuelto después de una semana exacta de que se declarara la emergencia.

Los primeros días no le dimos demasiada importancia, ya para el domingo las cosas eran diferentes, empezaron las compras de terror y demás cuestiones, y conforme pasa el tiempo, los comunes nos volvemos cada vez más sospechosos.

Pero, las cosas son así, por culpa de la influenza, ahora, cuando oyes a alguien estornudar, toser, o sonarse, no puedes evitar la paranoia de voltear a buscar de donde vino el sonido, ver si la persona trae cubrebocas, si sus ojos están rojos, si parece afiebrado etc... y por supuesto que si no se tapo la boca con el codo, o no trae cubrebocas, no puedes evitar una mirada de desprecio y de "maldito egoista, que poco te importan los demás".

Creo que ese es el peor efecto de la mala influenza en mi, que haya generado una mirada de sospecha en los comunes, que nos esté obligando a sentir desconfianza de estar cerca de nuestros semejantes, que si de por si amenzabamos con volvernos una sociedad que le tiene miedo a las relaciones humanas, antes por culpa de la inseguridad y el narco, ahora eso se convierte en realidad.