No Nena, tú no.
No te puedes ir, no te puedes morir.
Y es que te extrañaría tanto, ¿quién me prevendría de no decir trastes frente a los argentinos?, ¿quién me contaria de los galanes machos de los 40?, ¿quién me contaría de lo dificil de trabajar en correos siendo niña bien?, ¿quién me hubiera explicado que los guantes y el sombrero eran cruciales para demostrar la decencia?, ¿quién me contaría como conquistó Mamá chica a Papá Luis?, ¿quién me contaría de los bailes de la alta sociedad?, ¿quién me contaría de parientes que ni sabía que existían, pero de los que siempre hay algo que contar?, ¿quién me platicaría tantas cosas que aún nos quedan por platicar?
¿quién me escucharía con mis problemas y mis miedos, dándome un consejo y sin juzgar, pero eso sí, siempre marcando los puntos sobre las íes?,¿quién me haría enorgullecerme de ser una mujer con el apellido Monroy?
¿QUIÉN SERÍA UNO DE LOS MAYORES EJEMPLOS DE INTEGRIDAD, ANIMO, FORTALEZA, ESPERANZA, Y BUEN HUMOR AÚN EN LOS MOMENTOS MÁS DIFÍCILES?
Se que a nadie le importa esto más que a ti y a mi, y se que no lo vas a leer, porque las computadoras y tu están peleadas (brecha generacional, supongo), pero se que no tengo el valor para decirtelo de frente, menos ahorita que tu ya no quieres estar aquí, pero al meos así siento que te lo digo, que no me quedo con este grito en mi cuerpo.
Serías la primera en irte que me dolería realmente.
No Nena, tú no.
No te mueras por favor.
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