Mi viaje fue lindo y extenso, escribí mucho y seguramente habrá varios post al respecto, por lo pronto, hare un recuento rápido de lo que hice por allá.
El sábado llegué al puerto de Veracruz, como siempre me llenó de magia, sigo perdidamente enamorada de él y me atasqué de la maravillosa comida de la parroquia y bebí harto café lechero, aunque ya no pude llegar al danzón.
El domingo escuché misa en el puerto, desayuné en la parroquia y me fui hacia Villahermosa, llegamos alrededor de las 5 o 6, nos encontramos con mis tíos y nos fuimos a dar una vuelta en auto por Villa (la verdad es que no hay mucho que ver), después tomamos un cafecito en el punta del cielo que hay en el parque Garrido Canabal y nos regresamos al hotel.
El lunes fuimos por mi primo Bernardo a Comalcalco, conocimos la parroquia, fuimos a una granja tortuguera, después nos llevó con Don Laurencio (que merece un post especial por la sabiduría compartida en apenas unas horas), y luego con una parejas que trabajan con mi primo y nos invitaron a tomar un café.
El martes fuimos de nuevo a Comalcalco, conocimos la zona arqueológica, que tiene la peculiaridad de estar hecha de barro cocido, y de ahí a comer a casa de B. y con los que estaban de su comunidad y regresamos a Villa, ya con B, para salir el día siguiente.
El miercoles nos arrancamos a Campeche, a la región de Xpujil y Chicanná, el trayecto fue largo y cansado, llegamos al ecovillage (léase en español), comimos y fuimos a la zona arqueológica de Chicanná.
El jueves nos fuimos a Calakmul, fue más tardado de lo esperado y planeado, pero es increible, eso sí, en la reserva ecológica es una cosa asombrosa, aunque solo vimos como tres animales, pero la zona arqueológica es asombrosa, saliendo de ahí fuimos a Becán, la verdad es que todos comentan que fue lo más lindo de todo, pero yo, sólo vi la mitad, porque ya desfallecía de hambre y sed, tenía un dolor de cabeza fatal.
El viernes planteamos un día mucho más tranquilo, y sin embargo vi lo que más me gustó, El Hormiguero, y también visitamos Xpuhil (ya se que lo escribí de forma diferente, pero el pueblo y la zona se llaman diferente) y luego una tarde tranquila en el hotel.
El sábado, me fui con mis tios (porque mis papás siguen de viaje un par de días más), hicimos escala en Agua Azul, en realidad no fue escala sino desviación de varias horas, pero estuvo increíble, y valió la pena, y seguimos nuestra a ruta a Villa.
Hoy, para terminar, fuimos a Comalcalco, para dejar a B, y de ahí nos arrancamos al defectuoso.
Y así fue.
Cansado, pero feliz, ya escribiré fotos y contaré las historias que valgan la pena.
