Para gustosos y disgustados, hoy tengo que decirlo, soy fan.
Me volví fan a los 14, decidí cantar y tocar la guitarra por ellos, gasté gran parte del dinero de mi juventud en ellos, compre discos, libros, revistas, recortaba el periódico, me sabía sus fechas de cumpleaños (y en ese momento la de muerte de John), los amaba, sólo pensaba en ellos, me encerraba en la tarde en mi cuarto, prendía un incienso, me ponía mis pantalones acampanados y tocaba la guitarra sintiendo toda la fuerza de sus letras.
El tiempo fue pasando y mi obsesión, como casi todas mis obsesiones adolescentes, fue pasando, aunque nunca se fue el gusto, además, los Beatles tenían la extraña y peculiar capacidad de aparecer en los momentos importantes de mi vida (misma que no han perdido), y no porque yo los pusiera, sino porque de alguna extraña manera siempre estaban ahí con el mensaje adecuado en el momento adecuado.
En ese momento de adolescencia, mi periodo favorito de los Beatles, era sin duda, el psicodélico de Sargent Pepper al albúm Blanco, ese gusto ha cambiado, hoy sin duda, valoro mucho más Abbey Road, un disco triste, melancólico, hermoso y a mi parecer extraordinariamente bien armado como obra integral, también he aprendido a apreciar mucho más, discos como Rubber Soul y Revolver, y a querer como se quiere a las posibilidades su primera etapa (que siempre me implica una discusión con mi papá, porque es la etapa que más le gusta a él).
Ha pasado el tiempo, y cada vez soy más capaz de tomar las cosas con cierta mesura, sin embargo, el día de hoy con el lanzamiento de los discos remasterizados y el rockband, escuchando a los Beatles todo el día, de forma aleatoria, he recordado canciones que hace mucho no escuchaba y que me gustan mucho, y he vuelto a sentir esa energía y esa emoción que sentí a los 15 años y tuve que contenerme para no llegar a mi casa y a falta del juego y la consola respectiva, desempolvar el libro de partituras, la guitarra y ponerme a cantar todas esas canciones que han significado, a lo largo de los años, tanto para mi.
Las canciones responsables de esa emoción de hoy, fueron, entre otras:
Norwegian wood
nowhere man
the fool on the hill
something
she's so heavy
i've just seen a face
here, there, and everywhere
for no one
revolution
i'm only sleeping
Y como mención especial IN MY LIFE, seguramente ya lo he mencionado en el blog, pero es que esta canción es sin duda lo que espero, lo que sueño de mi vida, quiero, cuando llegue mi muerte, poder pensar eso, que mi vida fue un viaje lleno de amor y gratitud.
De hecho, espero que el día que me muera, alguien la cante por mi.
Otoño 2
Hace 7 meses.
1 comentario:
es yo la canto y la toco y la tarareo... pero dime cual es porque no tengo ni idea... quizá un ensayo no vendría mal eh!
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