Quiero pensar que es una señal de inteligencia, pero es maravilloso pensar que ya van dos películas en las que intuyo la trama de manera adecuada, por decirlo de otro modo, van dos películas en las que descubro quien es el malo.
No están ustedes para saberlo, ni yo para contarlo, pero siempre he sido pésima para encontrar al culpable, no hablo de tener los conocimientos y la sagacidad de mi querido Sherlock en las novelas de Conan Doyle; o la lógica implacable de los detectives de Agatha Christie como Hercules Poirot; hablo de ser incapaz de sospechar siquiera quien es el culpable en las novelas de Ellery Queen, incluso después del repaso previo al desenlace. Supongo que por eso me gustan las novelas policíacas y de misterio, porque para mi, siguen siendo una incógnita y una sorpresa.
Eso puede deberse a que tengo:
a) una mente tan retorcida que mis alternativas siempre eran mucho más perversas que las reales.
b) Una mente que carece de lógica, por lo cual las alternativas que mantienen una línea de pensamiento constante, eventualmente se me perdían.
c) Un poco de las dos anteriores juntas.
El hecho de que actualmente haya podido descifrar quien era el malo en Watchmen y en Frente a Frente (o como se llame la de Robert de Niro y Al Pacino), sólo puede ser debido a que, o las películas se están haciendo más retorcidas o yo me estoy volviendo mas inteligente o al menos más lógica.
No sé cual de las dos sea la razón, pero de cualquier manera me siento sumamente contenta por los logros conseguidos.
Otoño 2
Hace 6 meses.
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