19.3.09

brilló mi falta de mundo

Hoy he vivido una de las experiencias más penosas de mi vida, esto en gran medida, debido a mi curiosidad, mi falta de mundo y mi pensamiento poco logico; porque esta entrada, bien pudo llamarse:

Clara v.s Douche Master 3000 (creo que así se llama)

El día de hoy fuí a cenar a un restaurant japonés ubicado en la colonia del Valle, y antes de irme, decidí pasar al baño; al entrar al w.c. me llamó mucho la atención una consola de mandos que estaba ubicada al lado derecho del excusado y por supuesto, como buena mujer, sentí una curiosidad inmensa, leí las instrucciones pero no me resutaron claras, así que decidí experimentar, pero supuse que incluiría algún tipo de chorro de agua, así que, como decidí que no quería saber que se sentía, sino, sólo como funcionaba, decidí darle uso como mera expectadora, a ese extraño aparato con botones con dibujos y colores.

Me puse frente a él para ver como funcionaba exactamente, pero al apretar los botoncitos no pasaba nada, mi pensamiento lógico, llegó a la conclusión de que ese aparato que involucraba chorros de agua (porque lo sabía pero no lo pensé de manera lógica), sólo funcionaría con peso, así que me recargué un poco sobre el excusado y vi como se prendían dos foquitos y supe que era el momento adecuado para hacer la prueba, y apreté el botón de enguaje...

Acto seguido, veo un pequeño dispositivo que empieza a salir de la parte de atrás y abajo del excusado, como una varita delgadita con hoyitos... y cuando finalmente, mi cerebro llegó a la conclusión adecuada, el agua comenzó a salir en dirección mia, a empapar el piso, la puerta y de paso a mi, mientras intentaba apretar el botón de STOP.

Por supuesto, cuando paró, la puerta del baño, el piso, y yo teníamos una ligera capa de agua... ya no quise investigar sobre el botón de masaje o el de secado... mi curiosidad había quedado nulificada por un baño.

Evidentemente, salí del baño en color rojo, salpicada de agua, doblada de risa, y rogandole a Dios que nadie dedujera lo que me había pasado, tratando de oculatar el agua con la bolsa.

Así que... mujeres, si en algún momento se tropiezan con este aditamento escapado de la NASA en un baño, les doy tres opciones para que no pasen por esta situación:

1.- Si deciden ser curiosas como yo, recuerden el metodo cientifico, saquen hipotesis completas, y experimenten, no sean simples observadoras...
2.- Traten de pensar las consecuencias más evidentes de sus actos, para que por lo menos sean concientes de lo que puede pasar...
3.- si pueden, resistan la curiosidad, no lo usen, no van a descubrir el hilo negro y se pueden ahorrar un sobresalto....

(la foto es cortesía de Balamoc, que me hizo favor de encontrarla)

3 comentarios:

Mongua dijo...

Jajajajaja y cuando despertaste.... jejejejeje... buena anéctoda.

Guillermo Núñez dijo...

jajajajajja, mal, muy mal

Olga Fabila dijo...

jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja